Tras años de sentar el traste en la silla para estudiar.. uno va entendiendo como funciona la vida. Rendir es un arte. Que bajón es cuando el profesor dice: “bueno chicos, el parcial va a ser el 3 de junio”. Perfecto. En el momento no hay ningún problema por que parece un fecha tan lejana que jamás va a llegar. ¡Pero NO! A medida que se aproxima el D- DAY te vas dando cuenta que estas un tanto jugado: tenias ese TP que te dieron hace un mes y medio y era eterno.. pero como faltaba mucho te olvidaste; el parcial que moviste la semana anterior por que “no llegabas” (es ley que NUNCA llegas) ahora resulta que es el día anterior al otro parcial que no moviste (.. y no da patearlo otra vez..); ese fin de semana es el cumpleaños de alguien donde “ no podes faltar” o juega tu equipo y “no te lo podes perder”.., y así sucesivamente van surgiendo una serie de hechos desafortunados que obstaculizan tus GANAS de estudiar.
Llega el día antes de rendir. Que pesadilla. No hay nada peor que ese día. Si ya estudiaste todo por que sos precavido, alcanzas ese estado de hartazgo donde ya “no sabes que mas estudiar”. Nunca me paso.. pero escuche rumores de que es posible. Por el otro lado, si llega ese día y aun no leíste los resúmenes que habías conseguido… hay un problema. Con éste ya estoy más familiarizada. Esa tarde arrancas tranqui, decidido a no tomarte ni un recreo ya que cada minuto vale oro(desde ya que después hasta terminas durmiendo una siesta). Las primeras hojas las lees archi concentrado. Las del medio las lees con apuro; y las ultimas… bueno, si es que las lees, es en el tren yendo rendir.
Al principio cualquier cosa es mil veces mejor que estudiar. Facebook es espantosamente adictivo los días que necesitas mantenerte alejado. Miras a tu derecha y te das cuenta que en la pared hay una manchita nueva que antes no estaba. Después notas que tus uñas ya no dan más y necesitan un servis. Es imposible concentrarse.
En tu escritorio tenes las hojas, los resaltadotes, la caja de anteojos, la agenda, el celular y la carpeta. Lo necesario para el estudio. Faltas al gimnasio, tu clase de arte o no ves tu programa de las 7. ¡Hay que terminar de estudiar!
El tiempo pasa extremadamente lento y necesitas un recreo YA. Por suerte llega la hora de comer.. (una hora antes de lo normal.., cualquier cosa con tal de cortar). La comida es ese pequeño espacio de gloria entre tanta tormenta. Charlas con la familia o miras Tv, lo que sea; pero por esos momentos no tenes las hojas en frente tuyo.
Terminar de comer es espantoso. Tenes que volver al sufrimiento. Pero antes, a prepararse el café para no quedarse dormidos. Una vez con el café y las hojas, por que no, YA QUE ESTAMOS e hicimos un corte… cortemos bien y chequeemos Facebook a ver como va el resto (con la esperanza de que estén tan atrasados como yo para no sentir culpa). Ese “check te costo una hora de estudio… lpm.
A eso de las 11 ya ingeriste cualquier tipo de sustancia habidas y por haber para mantenerte despierto. Ahora en el escritorio aparte de las hojas y los resaltadotes hay: un vaso de agua, la compu, la lima de uñas, las dos tazas de café, el termo con el mate, las cafiaspirinas..
La batalla interna entre sueño y responsabilidad es espantosa. Los ojos ya te arden, estas completamente despeinado, te duele la espalda, la cabeza esta quemada y lo peor de todo es que las mil sustancias estimulantes que tomaste ya no surgen efecto alguno; pero no terminaste y NO DEBERÍAS ir a dormir. Señoras y señores, les presento el maldito sentimiento de la culpa.
La culpa: que cosa tan wachita. Solo aparece cuando menos la necesitas. Es un mix de malhumor, desesperación y arrepentimiento. Los efectos: especulación e idealización. Agarrandote la cabeza y cerrando los ojos decís la gloriosa e inevitable oración: “si tuviese un día más…” ¡lo peor de todo es que ese día existió! Y sabías que NO querías llegar a este maldito punto.
Cual batalla entre el bien y el mal.. gana el mal, obvio. Decidís dormir y levantarte dentro de dos horas a “repasar” (.. em.. “estudiar”.. mejor dicho).
Luego del repaso enfilas para la facultad. Listo. La sentencia está escrita. No hay vuelta atrás.., ahora hay que hacer valer la pérdida de las paredes del estomago por tantas cosas que tomaste durante la noche; hay que hacer valer cada centímetro de tus ojeras, cada hueso sonado de tu espalda y manos; cada suspiro e insulto emitido.
Sentado en tu banco escuchas las conversaciones del de al lado. Ahí pueden pasar dos cosas: entendes de lo que hablan y te das cuenta que no estas tan al horno como pensabas y aun tenes chances. Por otro lado, no entendes lo que hablan y te das cuenta que con la birome que tenes en tu mano estas firmando un contrato para dar un recuperatorio.
Llego el momento de la verdad. Preparen los guantes de box que el ring esta listo: “saquen hojas y pongan su nombre… con tres esta bien” (¿QUE? ¿Tres? Creo que con una alcanza..)- pum.. gancho izquierdo - Seguramente el tema A (el tuyo) es “más difícil” que el B. Esto quiere decir que aparte del estrés de no saber nada, no dormir y de tu dolor de panza por todo lo que tomaste, tenes la mala suerte de tener “el tema difícil”. ¿¡Por qué no me senté en el banco de al lado!? “¡¡me hubiese ido tanto mejor..!! (mentira) –auch... revés inesperado-.
Aquí el relato se puede dividir en dos:
Situación 1: “Primera pregunta.. bien. Segunda.. un poco complicada pero zafa. Tercera.. la tengo en la punta de la lengua, mejor respondo la cuarta y vuelvo a la otra. Repaso.., entrego”
Situación 2: “Mmm.. la primera pregunta es medio rebuscada. Mejor pasemos a la segunda. E… no. Muy larga.. tercera: ¿¡QUÉ!? ¿¡Eso estaba en el programa!? ¿Cuarta?.. enemy down; game over”
Duda existencial: ¿Alguien me puede explicar por qué el tiempo pasa mil veces mas rápido cuando estas rindiendo? ¿Por que no me pasaba eso cuando estaba estudiando? A ver… ¿cómo te explico? Te juro que se me cayó la birome y cuando la levanté habían pasado como 30 minutos. ¿qué mierda paso ahí? Es como una conspiración contra tu persona. El mundo NO QUIERE que te vaya bien.
Guitarra, bajo, batería, pandereta…
Bueno basta. El destino esta escrito (literal). Llega un momento donde tu mente te obliga a entregar la hoja. Excepto que de repente se abran los cielos y seas iluminado por alguna fuerza espiritual del mas allá.. dudo que pueda seguir respondiendo.
Firmas con sangre en el ultimo renglón y comienza la caminata final. El profesor levanta la vista y agarra las hojas: “¿Como te fue?” JA.. si supiese.. y haciendo honor a lady Gaga con tu mejor poker face decís “bien, bien.., la verdad que un poco complicado pero que se yo.. anduvo” (MENTIRA! Si te fue bien te duele la mano y si te fue mal.. te duele el cerebro)
Y ahora.. amigos y amigas.. LA NUBE.
La nube es ESE sentimiento después de rendir. Te sentís flojito caminando en el aire. Como si la tinta de ese parcial pesase millones de kilos… ya esta; se la entregaste al profesor. No podes creer que ya pasó ese momento..; pasó “tan rápido…” (em.. ¿hola? Te estas olvidado de las horas de intenso sufrimiento y la batalla de box que acabas de tener). Ahora no sabes que hacer por que tu mente esta en blanco. Es como si desinflases un globo que esta por explotar; ese momento donde descomprimís todo el aire que hay dentro. De repente tenes tanto tiempo libre que no sabes que hacer con el (obviamente te estas olvidando del el tp a entregar en dos días). Que momento glorioso...
En fin. Luego de aquella transición donde sentís que estas viviendo en un mundo paralelo, volves de la nube y pueden pasar dos cosas:
a) Te fue bien. El martirio pasó y decidís hablar con tus amigos e irte de joda para festejar que sos hombre libre.
b) Te fue mal. El martirio pasó y decidís hablar con los amigos e irte de joda para festejar que sos hombre libre.